miércoles, septiembre 7

Un consejo....

A veces lo más complicado es aplicar los excelentes (e infalibles, debo agregar a costa de mi falsa modestia) consejos otorgados a otra persona. Analizar los problemas ajenos es lo más sencillo del mundo.... y atinarle a la recomendación tampoco es algo de otro mundo... Sin embargo, la complicación acaece cuando el mismo problema lo tiene el suscrito. Las más frecuentes ocasiones, ni siquiera nos hemos percatado de tener dicho problema... y cuando ya lo hicimos.... Pues es momento de empezar a considerar la idea de autoaconsejarnos.... y SEGUIR EL CONSEJO....
Que en realidad esa es la parte más difícil...
Por ejemplo: Mis dos mejores amigas acuden a mí (como yo a ellas) cada que se nos atora un problema...
Y hacemos lo que hacen todas las buenas amigas del mundo:
a) nos aconsejamos
b) intentamos empedecer (jeje) a la problemuda en cuestión
c) criticamos a los hombres y los culpamos por TODO lo que se nos ocurra
d) nos brindamos nuevos y distintos consejos (ya teñidos de alcohol)
Pero aquí es donde aparece el conflicto primaro del consejo:
Mis amigas son excelentes para oír consejos.... Ponen cara de atención, dicen "Sí, awebo... tienes toda la razón", y además asienten con la cabeza....
Y DESPUÉS VAN Y HACEN LO QUE SE LES PEGA LA GANA!!!
(Que usualmente es todo lo diametralmente opuesto a la recomendación que les diste.... )
Mi teoría personal es que es plan con maña....
Si todos siguiéramos todos los buenos consejos que se nos ofrecen, ya no habría motivos para ingerir de esas bebidas que nos marean el hipotálamo....
o no?