martes, octubre 17

Late again

Si, estoy en la escuela y sí, debería estar en clases. Pero no lo estoy.
Estoy en mi autoimpuesto exilio escolar.
Exilio que es llamado cada que llego tarde a clases y el maestro no se entera que ese es mi estilo y no me deja entrar...
Pero no me afecta, estoy contenta, y así voy a permanecer.
Es cierto, tengo hambre.
También es cierto, tengo dos semanas que no duermo más de cuatro horas contínuas.
Así como es cierto que estoy un poco presionada por el hecho de que este cuatrimestre es el último escolar.
Pero estoy contenta.
Es del tipo de estrés que se disfruta. Excepto el hambre. Y no, no quiero un snickers. Y la próxima persona que me diga "cómete un snickers" va a conocer mi cara de no felicidad.
Sí, que ruda y que´.
También hay que tomar en cuenta que llevo dos semanas enferma y no tengo señas aparentes de mejorar rápidamente.
Y que necesito un poco de sangre en mi torrente cafeínico.
Pero todo tranquilo.
Sin novedad en el frente, capitán.

Por cierto, déjenme presumirles que el 28 me voy a trabajar durante una semana a un despacho corporativo muy fregón. Desafortunadamente sólo es una semana porque no puedo faltar más a clases.

A la cual ya voy tarde... por segunda ocasión en este post.
De modo que mejor ahi la dejamos y los leo luego

3 Comments:

Blogger Pamela said...

Muy mal eso de llegar tarde a clases eh??!!! Y en realidad muy mal eso de llagr tarde a todos lados jajajaja!
Y que tienen de malo los snickers, eh?!

octubre 19, 2006 6:55 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

No te exilies de clases, mejor exilia a los maestros de tu prescencia... aunque ellos te exilien negativamente en tus calificaciones

octubre 20, 2006 1:31 p.m.  
Blogger cesarsimon said...

llegar tarde es un estilo. yo le digo "preausencia". sirve para que te extrañen pero no lo suficiente como para que se den cuenta de que te están extrañando.

octubre 20, 2006 9:14 p.m.  

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