martes, diciembre 27

Tú crees que eres normal?

Ahora resulta que ya no sólo soy rara en este plano.
Resulta también que soy una caricatura (y una muy violenta para tal caso).
Pelirroja y de ojos verdes.
Pero no cualquier caricatura... anime
Todo ocurrió en un sueño.
Mío, para que esto sea aún más raro.
YO soy un anime... (o se dice una anime?)

Bueno, en realidad dos... porque al cambiar de dimensión, además de incrementar de edad, cambiaba de apariencia...

Y saben qué es lo peor? Esa es la parte menos rara del sueño.
Tal vez debería comenzar a relatar el sueño en un orden cronológico

Mi escuela (sí, en el sueño seguía siendo escuela de derecho), se encontraba en una casa muy antigua, con patio central y paredes de quince metros de alto...
Escaleras que llevaban a los cuatro pisos de la casa hecha de ladrillos de tepetate (ya sé que no existe tal cosa, ya fui ilustrada en ese aspecto. Sin embargo, en mi sueño, los ladrillos eran de adobe de tepetate. Y qué?) Créanme, cuando lean el sueño, los ladrillos van a ser lo más normal del mundo.
En fin... la casa de cuatro pisos hecha de ladrillos amarillos. Y al fondo estaba mi salón. En donde se impartía una clase de derecho social (que para empezar no existe tal cosa como una clase de derecho social).
Mi maestro era un samurai (obviamente anime). Pero no en este plano...
Mejor dicho: En otra dimensión era un samurai que perseguía demonios, pero en esta dimensión era un maestro de derecho. Peinado con cola de caballo.
Y yo era una animecita (o sea una anime niña, siete-ocho años)
Sí y estaba en la escuela de derecho... (jejeje soy un genio, qué más puedo decir?)

De un modo u otro, los demonios que perseguía mi maestro samurai se infiltraban en esta dimensión. Y en mi persona. O sea, yo estaba poseida por demonios que mataban de adentro hacia afuera... hasta que no quedaba nada más que mis ojos (que eran verdes jeje... Es MI sueño y yo puedo tener los ojos del color que quiera)
Pero justo antes de morir, se me presentaba la opción:
a) podía morir
b) podía cambiarme de dimensión.
Así que obviamente decidí cambiarme de dimensión.
Y al hacerlo, crecí.. ya era una anime adulta. (Con el cabello rojo, largo y lacio jeje)
Y en esta nueva dimensión yo también era samurai, y tenía un sable con empuñadura de plata y onix.
Mi maestro se había cambiado de dimensión conmigo para ayudarme a perseguia los demonios (que no tenían forma definida, eran como nubes de humo).
De modo que mi sensei y yo nos subíamos a un carro tirado por seis caballos blancos para perseguir a los demonios.
Sin embargo, los demonios manejaban (sí, manejaban...) mercedes benz 220SE Cabriolet 1958 negros con llantas carablanca.
(Eran demonios, no nacos... claro que tenían buen gusto)
Pero ya no los alcanzábamos con los sables, y ellos tenían cañones (mencioné antes los cañones? Anyway.. tenían cañones)
Así que nos estaban casi matando, motivo por el cual decidimos regresar a nuestra dimensión de origen, y volví a ser animecita...
Es normal soñar en caricaturas?

3 Comments:

Blogger cesarsimon said...

nope, no creo que sea normal...

pero que bueno no??

la gente normal es muy aburrida, no platican solas, ni inventan métodos más rápidos de contar obsesivo-compulsivamente las cosas ni saben apreciar la música...

diciembre 27, 2005 9:32 p.m.  
Blogger hippie said...

Cierto...
Y a gente normal es virtualmente incapaz de crear poesía.

diciembre 28, 2005 2:14 p.m.  
Blogger cesarsimon said...

te estás tardaaaaaaandooooo....

diciembre 30, 2005 2:03 a.m.  

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