Y ya volví a volver

Llegué, saqué ropa sucia de la maleta, metí ropa limpia a la misma, y de nuevo pa juera... Sólo que ahora a un lugar completamente distinto al anterior: San miguel Regla, Hidalgo. A cómodos 30 km de Pachuca y después de un viaje que pareció eterno, culpamos al triler que se volteó bloqueando los dos carriles (el de ida y el de venida) y ocasionando una fila de aprox 250 carros por carril.... Tres horas. Y ni siquiera avanzamos por la carretera, sino por la maleza junto al camino.
Pero valió la pena... vaya que valió la pena!
Una hacienda cien por ciento minera en uno de los lugares más tranquilos y hermosos del país. Con vegetación boscosa y chorros y chorros de mosquitos zumbones. Parte de la hacienda y de las minas fueron inundadas por los dueños durante la guerra de independencia, de modo que a media laguna del pueblo se ve cómo se alza solitaria la chimenea de un edificio de fundición. Sin edificio, claro está, éste se encuentra a unos cinco metros de profundidad. (Me contaron. No me iba a meter a la laguna!)
La hacienda es enorme, casi no se consentía el conde de regla!! Pobrecito, su casa tenía nada más unos treinta cuarto.
Rentamos nuestras bicis de montaña y nos fuimos a explorar la zona... tuvimos la mala idea de irnos como a medio día, con el sol a todo lo que daba... Excuso decirles que yo no sólo cambié de color. Creo que cambié de raza.
En fin.. De vuelta en mi Querétaro Lindo...
Y el miércoles a clases nuevamente...
A ver cómo nos va