viernes, abril 14

te guacareo

Existe en Michoacán un pueblito que nadie conoce y que tampoco figura en los mapas. Dicho pueblito produjo un santo, cuyo nombre he olvidado. El pueblo se llama Huandacareo.
Cada año, en estas fechas muchos jovenes parten desde Uriangato, Guanajuato hasta Te guacareo para visitar al santo y pedirle algo. Pero también para ofrecerle el pequeño sacrificio de una caminata.

Glory Glory Aleluya (amiga de Montse de toda la carrera y amiga mía también), oriunda de Uriangato, tras cuatro años de respuestas negativas, nos volvió a invitar a acompañarla a te guacareo, y nos acorraló hasta que no pudimos decirle que no, gracias.

Uriangato, Primer día:
Después de despertarnos a las seis y media (hora no hábil) y dos horas de carretera, arribamos a nuestro destino uriangatense.
Desayuno con carne, comida con carne, cena con carne (En verdad era tan necesaria tanta carne roja? Siento que aún hoy, tres días después, no la digiero... Nunca pensé decirlo, pero descubrí que amo la ensalada).
Platicar por horas con la familia de Gloria. (quienes por cierto, además de ser muchísimos, son lindísimos, educadísimos y en concreto, divinos.)
Fiesta sorpresa para Mónica (prima de Gloria)....
Dormir a media noche.
Despertar a las tres y media de la madruagada (?!)

Uriangato, segundo día:
Cuatro de la mañana partimos al jardín, donde comenzará la "caminata".
Cinco de la mañana, tomamos un taxi que nos lleve a las afueras del pueblo. (Claro! ya íbamos a caminar hasta te guacareo, no veo la necesidad de también caminar a través de tooodo uriangato...).
Cinco cero seis, empieza la caminata.
Escalar, caminar, saltar, detener. El cerro estaba empinadísimo y lleno de piedras muy filosas. Muy.
Siete de la mañana, terminamos el primer cerro. Al mismo tiempo, montse y yo nos enteramos que hay más de un cerro en el recorrido. El segundo cerro es igual de empinado que el primero, pero este está hecho de arena. De esa arena en la que uno se patina y que acaba con los calcetines negros. El sol ya salió. Nos enteramos que la "caminata" en realidad es una visita de las siete casas. Lo cual significa que deberemos visitar siete pueblos y sus respectivas iglesias.
Ocho y media de la mañana: Ya visitamos tres pueblos (Morelia, Piñécuaro y Tupátaro, vamos rumbo a Tupatarillo).
Nueve de la mañana: Calambre en la pierna izquierda.
Nueve cero cinco: Calambre en la pierna derecha.
Nueve diez: Gloria se rehusa a avanzar, por lo cual tenemos que empezar a jalarla.
Diez y media y ya sin sentir las piernas y/o la cadera, llegamos a te guacareo.
Once y media, agarrar energía para mentarle la madre a Glory Glory Aleluya por llevarnos ahí con mentiras y falsas promesas.

Catorce horas: Llegan Mayco, novio de Glory, y sus compadres con cheves y carne asada. (Dios los bendiga mil veces!)
Baraja, más cheve, unos caballos y mucho sueño.
De regreso a Uriangato (en coche, como la naturaleza lo planeó).

Uriangato, tercer día:
despertar. Descubrir la existencia de músculos desconocidos. Descubrirla a través del dolor.
(cómo es posible que por hacer algo tan simple como caminar puedan doler TANTAS partes del cuerpo???)
Ayudar a preparar la colinabiza. (Los colinabos son frutos similares a una jícama, con sabor entre col y nabo. de ahí el nombre. en los huertos de la familia de Gloria se cultivan colinabos, y el jueves santo se abren las puertas de la casa para que todo aquel que quiera colinabos pueda consumirlos.) Hubo carne asada para la familia. (lo cual incluía a montse y a mí). Prometo no comer carne roja en varios (muchos) días.
De ahí a la central.
Llegada a Qro.
Pedir favor a Pamela de pasar por nosotras. Pamela nos recoge y nos deposita en nuestro sagradísimo y amadísimo hogar.
Houston, we've got one pedo: No traemos llaves.
Montse se brinca la reja. En eso llega mi padre de Guanajuato. Alabada sea la sincronía.
Cena: Agua :)
Y como diría mi compadre topo gigio: A la camita! A la camitaa!

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

lei tu sueño tengo dudas:

si sólo tenías dos opciones y te arrepentiste de la b entonces solo te quedaba la a no?

Además tu te rendiste? Tu?

no sé si te acuerdes pero los demonios que mataban de adentro hacia fuera, que estaban en ti, a quien mataban?

abril 14, 2006 2:06 p.m.  
Blogger hippie said...

Pero es que esas dos opciones sólo existían en ese momento. No son las únicas opciones que existen siempre.

Y no me rendí, pero era morir o matar, y no podía morirme aún porque estaba en entrenamiento. No me rendí. Ya no los alcanzábamos. Y si no los dejábamos ahí, se iban a regresar con nosotros a la dimensión anterior.

Y yo no veía que los demonios mataran a alguien. Sólo sabía que mataban así. Se te quedaban viendo a los ojos fijamente, hasta que te empezabas a consumir por dentro, y te ibas como marchitando, o secando. Hasta que no quedaba más que tus ojos. Y se me quedaban viendo, y me empezaba a secar, y me estaba muriendo, hasta que me cambié de dimensión. No hubo otra opción.
Ahora sí, Freud, analízame: estoy loca?

abril 14, 2006 11:11 p.m.  
Blogger yo said...

no estás loca, pero no eres normal. (ja) te regresaste a la dimensión de animecita?

abril 17, 2006 11:49 p.m.  

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