miércoles, noviembre 30

Soy impuntual.
Perdón.
Nada que hacerle...
Gracias por su atención

miércoles, noviembre 23

Mi Mamá


Sí, ya se que estoy siendo redundante...
y prometo que en cuanto pueda vuelvo a mis posts de antes...
Ya tengo el tercer capítulo.
Solo quería poner una foto de mi mamá...
Y a más tardar mañana pongo el tercer capítulo...
¿Qué pasará?
¿Se casará Victoria? ¿Será Jacob un buen sacerdote?
Averígüelo en nuestra próxima emisión, aquí en su estación amiga, la "¡Qué pues!" ....
No deje de sintonizarnos, cada jueves, para saber que pasa con sus personajes favoritos...
Por lo pronto, su locutora amiga se despide diciendo "¡Muy buena suerte amigos!"

jueves, noviembre 17

Heartbroken

¿Qué se le pregunta al silencio cuando la respuesta ya no importa?
Cuando no hay un rezo que ofrezca consuelo.
Cuando no hay poema ni canción que le de calma a mi dolor.
Cuando no existe tregua divina capaz de remediar el daño hecho.
Y el pacto que Dios firmó con mis ancestros fue él quien lo rompió.
Fue él quien olvidó darnos el pan de cada día.

"Y perdida en la noche levanto
el clamor aprendido de ti:
Padre nuestro que estás en los cielos,
¿por qué te has olvidado de mí?"
Gabriela Mistral
Y no hay agua suficiente en el mundo, ni sal en el mar, para crear las lágrimas necesarias para que la herida empiece a sanar.
Y no debería llorar porque ya no está, sino agradecer que la tuve un ratito.
Debería.
Cuando ya no hay tiempo, y el tiempo que hubo no va a regresar...
Cuando las palabras significan menos que nada...
Cuando lo único que quieres es lo que no puedes tener...
Cuando todo está mal, la fé es lo último que se debería perder.
Debería
Pero cuando tuve fé, no sirvió.
Y cuando ya no me queda fé, el camino por andar se hace interminable.

martes, noviembre 15

Gracias a todos por estar.
Dios me dio excelentes amigos.
De verdad gracias.

miércoles, noviembre 9

Capítulo II

Otra vez era época de la vendimia. Esta época del año deprimía mucho a Jacob, quien encerrado entre las paredes de la hermandad jesuita bajo silencio obligatorio, cada día se encontraba al menos un instante pensando en los Nevares.
No podía evitar notar cómo el aire era cada vez más caliente y perfumado conforme se acercaba la vendimia. A pesar de que el tiempo parecía fundirse dentro de esas paredes, obnubilando los sentidos, el embriagante aire dulzón de las uvas que se mezclaba con el aroma de la tierra húmeda y la vid permanecía nítido en su memoria.
No podía recibir cartas sino en Navidad, de modo que en realidad no sabía qué había sucedido en los Nevares desde su partida.
No sabía que la vendimia era ahora una fiesta mucho más sobria y sombría que aquellas a las que él asistió mientras vivía aún ahí. Tampoco sabía que Victoria era una persona solitaria.
Desconocía que ella se había ocupado de cumplir la última voluntad de su padre con tanta vehemencia y fervor, que las muchachas de su edad, cuyas únicas habilidades consistían en asistir a bailes, coquetear descaradamente y desmayarse delicadamente en los brazos de algún galante caballero después de un bochorno provocado por usar el corsé tan apretado, no la veían con buenos ojos.
Y no era para culpárseles, pues, ¿quién vería con buenos ojos a una muchacha que gustaba tanto del vino? Pero las faltas de Victoria que desconocía Jacob no se limitaban a la ingesta de una o dos copas de vino tinto en los aconteceres sociales. No, la niña tenía tantas fallas como hectáreas de tierra productiva en su poder.
Se rehusaba a montar a caballo como una dama debía hacerlo. Tenía la piel de las manos rugosa del contacto con la tierra, pues además se oponía fehacientemente a dejar todo el trabajo de su viñedo en manos de sus peones. La piel de su cara y cuello ya no era blanca y suave, sino curtida por el viento y el sol.
Pero lo que probablemente Jacob imaginaba, aunque evidentemente no podía saberlo con certeza, era que la expresión de infantil felicidad también había desaparecido por completo del rostro de la niña. Podría intuir que su mirada era ahora más dura y crítica que nunca, y que su voz era empleada con mayor frecuencia a dar órdenes que a hacer preguntas y definitivamente que a responderlas.
Lo único que Jacob sabía con seguridad era que ahora Victoria contaba en su haber con quince años y más tierras de las que muchos hombres habían deseado en su vida. Y esta inquietud lo privaba del sueño durante al menos la mitad de la noche.
De cada noche.
De todas las noches.
Sólo un ingenuo creería que ahora que Victoria estaba en edad casadera, alguien pretendería su mano en matrimonio sin ánimo de convertirse en amo y señor de los Nevares. O peor aún, sin que ésta fuera su única motivación.
Afortunadamente, Jacob también desconocía la edad exacta del último pretendiente de la niña, de igual manera que desconocía que éste había sido el Abogado Rentería, antiguo amigo de su padre.
Se preguntó si algún día podría llegar a enterarse de todo lo que estaba sucediendo y había sucedido en los Nevares durante su ausencia. Finalmente, con un gesto de resignación hizo la señal de la cruz y desapareció junto con el último rayo de sol hacia su cuarto, (aunque el término calabozo le parecía más apropiado). Decidido a no pensar más en el viñedo, ni en la niña, pero consciente de que no podría evitarlo.
Era la duda lo que más le quemaba. El sentido de desconocer lo que sucedía con algo que siempre sintió suyo. Era demasiado lo que añoraba el campo, la libertad.
Y es que era tanto lo que desconocía.
Y tan poco lo que informaban las únicas tres cartas que había recibido en las Navidades. El Padre José se las entregaba, y Jacob había llegado a apreciarlo mucho en los últimos años. Le debía muchísima gratitud, ya que como consideración a la familia y a la memoria de Don León, había sido él quien logró la inclusión de Jacob en la orden jesuita a pesar de tener varios años más de los permitidos para ingresar.
Jacob había llegado a ver al padre como una mezcla de mentor y tutor, y su presencia podía tranquilizarlo mucho, aún cuando la necesidad de palabras lo asfixiaba.

Victoria por su parte, odiaba encontrarse desinformada. De modo que a partir del día en que Jacob había ingresado a la orden, cada dos semanas recibía de manos de Abdul el esclavo una carpeta gruesa, en donde se le informaba del estado de Jacob, sus avances y sus quehaceres.
Día a día.

Abdul era muy eficiente, tanto por la meticulosidad y secretismo con que realizaba las labores que sólo a él le encargaba la niña Victoria (distinción de la que se sentía muy orgulloso), como por la lealtad que tenía para ella.

Nunca le dijo al Padre José quien solicitaba la tan cercana observación del seminarista nuevo.

El padre José, por su parte, consiguió el donativo de un alma caritativa que deseaba permanecer en el anonimato, y supervisó la construcción de una nueva abadía para el templo, con lujos que hubieran opacado los de cualquier iglesia italiana.

jueves, noviembre 3

High heels and long eyelashes

El título no tiene nada que ver con lo que voy a escribir... Es un apéndice vestigial de un artículo previo que decidí borrar una vez terminado. Pero me gustó el título, así que lo conservaremos.
En cambio, en una pequeña emulación al blog Cesariano, voy a hacer un pequeño listado de palabras que han cambiado su significado una vez que uno está en la universidad, como contraste al significado que tuvieron hasta prepa:

ANATOMÍA: Clase consistente en observación, que nada tiene que ver con cortar ranas y abrir pescados.
AUSENTE: Palabra que usualmente es dicha después de decir Ramos Daniela en el pase de lista. AYER: El día que debiste entregar el ensayo que aún no terminas.
CAFEÍNA: El principal de los cuatro grupos alimenticios.
CERVEZA: Forma líquida de encontrar los nutrientes necesarios para hacer la clase de las cinco menos aburrida.
CIGARRO: Complejo vitamínico que ayuda a la concentración y relajación de los alumnos en los cinco minutos libres que tienen durante las seis horas que están en la escuela.
DORMIR: Palabra desconocida para el alumno. (ver: utopía)
DOS: EL número de noches que un estudiante ha dormido ocho horas desde que entró a la carrera.
DUDA: Pregunta que a nadie se le ocurre hacer hasta que esta aparece en el examen final.
ESTACIONAMIENTO: Lugar mítico que se rumora se encuentra cerca de la escuela, pero que nadie ha visto porque siempre se encuentra en reparación (Al menos en el CUDEC).
EXCUSA: Motivo perfectamente creíble para no hacer la tarea.
FUERA: Palabra escuchada frecuentemente dirigida a mi persona después de decirle al Licenciado en turno que es un PRInosaurio.
LIBRO: Conglomerado de información (mayor a 500 hojas, cualquier cantidad menor que ésta es sustancialmente inservible) que cualquier estudiante tratará de absorber en su totalidad quince minutos antes del examen.
MAESTRÍA: Un grado escolar que no sólo ya no te interesa, sino que temes profundamente.
MAQUINITA: Nombre afectuoso con el cuál uno se refiere al artefacto operado mediante monedas que nos dispensa café, o a sus hermanos gemelos que nos dispensan chicles, gomitas, cacahuates y demás alimentos que previenen que nos durmamos mientras el inculto profesor habla sin detenerse. También dispensan halls para disimular el aliento a cheve en las clases de la noche.
MOCHILA: Artefacto contenedor de envolturas, exámenes viejos, latas vacías, recaditos, celular, moneditas de diez y veinte centavos, diskettes viejos, un par de cd's, diskman, un thermo que hace días contuvo café, y se rumora que a veces puede contener algún libro.
RELOJ: Artilugio que te indica qué tan tarde vas para la clase.
TARDE: Nombre del pecado imperdonable por el cual, según los profesores, estoy condenada no sólo al infierno sino a perder todos los casos que tenga que litigar en mi futuro.
TARADO(A): Lo que descubres que es tu compañero de equipo cuando se le olvida tu trabajo final en su casa, y olvida guardarlo en cd, memory stick o su mail.
TRABAJO EXTRA: Lo que ojalá se te hubiera ocurrido pedirle al Licenciado antes de que pasara calificaciones.
TREINTA: Número de minutos que se necesitan para recorrer la distancia entre la escuela y la casa del compañero donde tu trabajo final fue olvidado.
ZOOLOGÍA: Lo que parece que estudian los alumnos de la escuela de derecho del CUDEC cuando en la última clase dan las diez y el Licenciado sigue hablando.

Se me olvidó alguna?